DIETA PROTEINADA Y PERDIDA DE PESO

El apetito es una sensación que impulsa el cuerpo a la ingesta de alimentos. Cuando comemos por primera vez un alimento que nos resulta placentero, se libera una cantidad moderada de una hormona llamada Dopamina , quedando grabada la sensación placentera, de tal forma que la próxima vez que recibamos estímulos olfativos, visuales se producirá una liberación anticipatoria de Dopamina previa a la ingesta.

Este mecanismo funciona de forma similar a las drogas de abuso, (nicotina, opioides, etc.); el centro de control del hambre se localiza a nivel hipotalámico cerebral, donde existen dos tipos de “interruptores neuronales” que regulan el apetito.
Los que aumentan la sensación de hambre se denominan NPY (neuropéptido Y); y el que produce freno a la sensación de hambre se denomina Melanocortina.
Además intervienen otras sustancias como la insulina, leptina, hormona Gh, péptido YY3-36…
Los niveles de serotonina están íntimamente relacionados con la dieta. La serotonina tiene un precursor denominado Triptofano; aminoácido esencial que solo se obtiene mediante la ingesta de alimentos.
Dieta proteinada, endorfinas y sensación de saciedad y bienestar se imbrican e interrelacionan debido a que la ingesta de dieta proteica produce un aumento de triptófano circulante, que a su vez aumenta los niveles de serotonina, lo que aumenta secundariamente las endorfinas, por lo que se produce sensación de bienestar.

 

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